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Director: Alejandro González Iñarritu
USA, 2014
La película del director mexicano
es una comedia negra que cuenta la “aventura" de un actor de cine que conoció la
fama gracias a su papel en películas de
superhéroes y que decide llevar a Broadway, Nueva York, una obra teatral, para
consagrar su carrera de actor. Lo que a
simple vista podría ser algo inocuo se convierte en un auténtico “infierno”,
conseguir que la obra llegue al estreno.
En un ambiente paranoico, de pura
esquizofrenia, bien conseguido con la ayuda de una banda sonora que se limita a
un solo de batería, se nos ofrece los padecimientos del personaje principal para
conseguir que la obra, su familia y su propia cordura no se hundan en el
abismo.
Con mucho humor negro y corrosivo,
se nos introduce entre bastidores, ofreciéndonos una divertida e inquietante
parodia del mundillo del teatro y del cine, sin dejar títeres con cabeza: el
todo sea por la fama, vanidad y locura de actores y actrices que se “devoran”
tras el telón, la labor canalla de la crítica despiadada, las relaciones
personales artificiales y deshumanizadas…
La película en sí es una paranoia
total, pero divierte e innova en muchos aspectos. Merece la pena verla solo
para asistir al duelo interpretativo de sus dos actores principales, Michael
Keaton y Edgard Norton, a tortas durante la mayor parte del film, pero increíblemente
geniales. Recomendable.
©Javier Carrasco 2014