Las
tinieblas de la noche me envuelven y te aguardo en mi alcoba, tumbado en la
cama…se acerca la hora. Siento una
mezcla de turbación y desasosiego, por tan inusual experiencia. El vello se me
eriza, el corazón late con mucha fuerza, como si fuera a salir por la boca, Aún
no te veo, pero presiento que avanzas sigilosa por el oscuro pasillo. Se oye un
crujido en la puerta. Permanece cerrada, pero una sombra acaba de emerger
delante de ella. Eres tú, no hay lugar a dudas. Ahora te acercas lentamente,
como si flotaras en el aire, como una mancha de vapor oscuro. Mi corazón se desboca y oprime con fuerza el pecho. Casi no puedo respirar. Te has detenido al borde de mi lecho. Puedo ver tu hermoso rostro con toda nitidez. Un enorme
escalofrío me recorre el espinazo y quedo completamente inmóvil, inerte, ni
siquiera puedo parpadear. La hora ha llegado. Como fiel amante has venido a
buscarme, según lo convenido. Toma pues mi mano con firmeza y guíame en el largo viaje
hacia la eternidad.
© Javier
Carrasco 2016.
Ciertamente bien...
ResponderEliminarCelebro que te guste, Mark.
EliminarUn abrazo
La Muerte de la mano de la Amada...bello, bello, bello!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Igoa, un placer tenerte por aquí.
EliminarBesos.
He incluido la foto cedida por un diario británico que afirma ser el fantasma de una mujer que se aparece en un museo de Inglaterra.
ResponderEliminarThat's right, je,je. ¡Qué sorpresa! ¡Enhorabuena por tu blog nuevo! Besos.
ResponderEliminarEl camino ha sido rico. Bienvenida seas...
ResponderEliminarMe alegra mucho tu visita, Pepe. Un abrazo
EliminarAcabo de volver de mis andanza y me preguntaba por donde andaria Maese Xavier...de peregrinacion por Compostela?
ResponderEliminarYa le echamos en falta
Nooo, ando retirado del mundanal ruido y del calor excesivo, trabajando con la próxima novela. Un abrazo, Igoa
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