jueves, 15 de junio de 2023

La derecha española

 


J. Carrasco.

  Es una constante histórica que en periodos de crisis las sociedades se vuelvan conservadoras. Es lo que ha venido ocurriendo en buena parte del mundo desde el estallido de la crisis bursátil del 2008, de la cual muchos países, entre ellos España, no ha terminado de salir. Desde entonces en Europa y en América ha habido un claro resurgir de movimientos políticos asociados a la extrema derecha, que entroncan con el nazismo y el fascismo de la primera mitad del siglo XX, repitiéndose una serie de comportamientos afines a aquellas ideologías: nacionalismo anacrónico y ciego en la era de la globalización, racismo visceral y políticas sustentadas en el miedo y el odio hacia los que piensan de manera diferente.

 Por desgracia, este fenómeno también ha tenido su repercusión en nuestro país. Para empezar, España fue el único país europeo donde no fue derrotado ni el fascismo ni el golpista que atentó contra el gobierno legítimo de la II República, al cual aniquiló. A la muerte del dictador, tras una vida ostentosa, con las manos manchadas de sangre hasta el último momento, tuvo lugar la llamada Transición que algunos consideran ejemplar, pero que no estuvo exenta de lucha, pues había sectores adictos al régimen que no estaban por la labor de democratizar al país, y que en nuestros días parte de la derecha ha querido “blanquear” a pesar de las atrocidades ocurridas, entre ellas el asesinato de abogados laboristas en Atocha, Madrid. Igualmente, miembros de la policía franquista, torturadores, no sólo permanecieron en el cuerpo, como si nada hubiera pasado, sino que además fueron condecorados con medallas ya en la democracia.

  Estas características específicas de nuestra historia ha provocado que la derecha, en un amplio porcentaje, siempre ha estado vinculada a la dictadura y no ha llegado a alcanzar plenamente su esperada madurez democrática en la actualidad, como sí ha ocurrido en Francia, Alemania y otros países de la Europa central. Un indicador de que esto es evidente lo tenemos en el PP, partido de derechas que no ha puesto ningún cordón sanitario para evitar el avance de la extrema derecha, con la cual ha pactado para formar gobiernos autonómicos y municipales, anunciando ya que seguirá el mismo modelo para las Elecciones Generales del 23j. Ésta es la diferencia con la derecha europea, verdaderamente democrática que sí veta a la ultraderecha.

    Otro factor sui géneris de la derecha antidemocrática española es la no aceptación de que la izquierda gane las elecciones o pacte para gobernar. Así lo ha venido demostrando desde el inicio del gobierno de coalición de izquierdas, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, ejerciendo una oposición destructiva sin descanso, ni siquiera durante lo peor de la pandemia, que de manera insolidaria e irresponsable actuó siempre en contra de las medidas adoptadas por el gobierno para paliar sus mortíferos efectos (miles de ancianos murieron en residencias sin recibir atención médica en la comunidad de Madrid gobernada por Ayuso), o acusando incansablemente a la coalición de inconstitucional, ilegal, golpista, social-comunista, bolivariana, “gobierno Frankestein,” etc, por no hablar de los insultos y fomento del odio hacia el propio Pedro Sánchez y otros miembros del gobierno, o incluso querer resucitar a la ya extinta banda terrorista ETA. Todo ello orquestado desde redes sociales y plataformas mediáticas expertas en la difusión de “fake news”, al más puro estilo "Trump".

  La derecha anti democrática española del PP se ha quitado finalmente la máscara y ha optado por pasearse al borde del precipicio. No han hecho más que empezar y todo apunta a que no tardarán en arrepentirse de tan malograda elección.






domingo, 4 de junio de 2023

Tormenta de mierda

 

 
 

Una tormenta de mierda arrasa

el país de norte a sur, envenenando

el aire y el ánimo con brisa pestilente.

Oscuros salvapatrias de tres al cuarto

emergen como hongos fétidos

enarbolando sus banderas de odio

hacia el que piensa diferente, tachándolo de traidor

desmembrador del suelo patrio,

o al que viene en busca de esperanza

huyendo de la pobreza y el hambre.

Odio hacia niños indefensos en

necesidad de educación y del cariño

que echan en falta en su tierra devastada

para luego darse golpes de pecho en los templos.

Sobre odio, mentiras y bulos construyen

el pilar sobre el que quieren ostentar

el poder de la corrupción y la manipulación,

en detrimento de la razón y los valores

democráticos, enemigos acérrimos de las libertades.

Líderes de pacotilla, casi analfabetos,

alardean de una libertad inventada, hueca e insolidaria

consistente en tomar cañas y bocadillos

de calamares en las terrazas de los bares,

mientras miles de ancianos mueren

a causa de la pandemia, privados de atención médica.

Masas de borregos ciegos se dejan arrastrar

por cantos de sirenas que les conducen

de manera inexorable hacia los arrecifes,

dinosaurios que vitorean y aplauden

al meteoro que en breve los eliminará,

indiferente, de la faz de la tierra.

La cuestión es ¿deseamos que la

tormenta de mierda sea pasajera, o por contra

se instale definitivamente en nuestras latitudes,

en oposición al anticiclón de las Azores?

En nuestras manos está, no esperemos

a que ningún otro venga a redimirnos.


© Javier Carrasco 2023


 

viernes, 2 de junio de 2023

Estoria del bigardo Fray Martín

 


De como un rufián llamado Martín tomó los hábitos inspirado por Satán para engañar a doncellas et dueñas, et como obtenía favores luxuriosos dellas.


 Hobo un vil rufián en el reino de Castilla que vivía de engañar al prójimo et de lo que sacaba faciendo trampa a los naipes, et tomando por descuido a incautos et confiados. Más viendo que su negocio menguaba quiso preguntar a su señor Satán, al que adoraba por haber vendido su alma a cambio de una vida licenciosa et llena de excesos et pecados capitales, digo que quísole preguntar a su amo cómo fazer fortuna en tiempos tan desaforados como los que corrían. De esta guisa, Satán díxole que mejor tomara hábitos de orden menor, mendicante, pues podría disfrutar de ciertos privilegios prohibidos para el resto de los mortales.

Así pues el otrora calavera et pendenciero tornose dócil et pío, valiéndose de las artes que su amo Satán le concedía et de esta guisa poder lanzarse por caminos et veredas en busca de almas perdidas et desorientadas para, aprovechándose de tales circunstancias, obtener dineros, comida, bebida et hembra plaҫentera cuando viniese al caso, et todo lo de más que por añadidura podiese caer de los cielos.

Iba pues el fraile bigardo de aldea en aldea, de pueblo en pueblo, siempre esquivando al Santo Oficio que ya había puesto precio a la su cabeҫa, atento a cualquier noticia que le interesara salida de la boca de aquellos que la lengua sujetar no pueden.

  Cierto día, hallábase a la sombra de un fresno pegado a una fuente del camino cuando oyó a una sierva comentar a otra acerca de la su señora:

-Pardiez, Sinforosa, que la mi ama anda hecha unas migas, ora llorando cual Magdalena, ora lanzando gritos y desvaríos, tirándose de los pelos et convulsionando como poseída...

-Vive Dios –repuso la otra- que ha perdido el seso desde que su señor el conde partiese en hueste a Tierra Santa. Et decidme, Clotilde, ¿cómo hallaréis sosiego en esa casa donde la dueña ha perdido el norte y no sabe ni donde le reposa la su cabeҫa?.

Fray Martín que, faciéndose el bobo, había pegado oído al parlamento, azuzado por el demonio vio como en breve podría volver a estar llena su bolsa de maravedíes. Et decía para si: “Por Pólux que ya entiendo el mal por donde le viene. No encontrará mejor remedio que el que yo, humilde siervo de Dios, le pueda facilitar. ¡Por el As de Bastos! –y besaba el dedo pulgar e índice a modo de precaria crux, como es costumbre entre sugetos de su calaña.

Acercose con sigilo y, como aparecido de la nada, díxoles:

-El Señor esté con vuestras mercedes, laboriosas sirvientas. He oído acerca de la enfermedad de una dueña et el mesmo Iesu Christus me ha enviado para ofrecerle remedio, pues en mi monasterio físico soy.

Clotilde, la sierva, era manҫeba algo lerda, retardada en pensamiento y sin rechistar creyó al falso clérigo, a quien ya conducía a la casa de su dueña sin titubeos. Pero antes apartose el fraile con tiento y llenó de agua de una acequia vecina un frasco de vidrio.




Cuando al cabo fray Martín fue conducido ante la condesa Doña Leonor, fue tan grande la dicha que sintió al ver su rostro tan fermoso que olvidó en un soplo las desdichas de su vida. Díxole el fraile a la condesa:

-Mi señora, dispongo de un remedio infalible para acabar con vuestros tormentos. Vayamos a vuestros aposentos y dejadme a mí facer.

La dueña, compungida por las calenturas que la asediaban, tomó al fraile de la mano y a toda priesa lo conduxo a la suya alcoba. Estando ya los dos en la estancia nupcial explicole fray Martín:

-Mi señora, es menester que os quitéis vuestros ropajes para poderos aplicar la milagrosa melecina, pues se trata de agua procedente del Río Jordán que allá en Tierra Santa está et donde fue baptizado Nostro Señor.

Sin objeción alguna desprendiose la bella condesa de todos sus ropajes quedando tal et como vino al mundo, mientras que el fraile zamacuco tenía a la luxuria pintada en el su extasiado rostro, et pensaba para si: “Vive Dios que jamás vi tan excelso cuerpo de divinas proporciones et deslumbrante contorno”. Luego díxole:” Para que el tratamiento tenga mayor efeto, yo también he de rociarme con las santas aguas del Jordán”. Y al punto quedose el fraile como lo echaron al mundo y con la verga asida del palo mayor.



 La señora condesa, ante espectáculo tan lascivo, sufrió uno de aquellos ataques del demonio et dio un empujón al fraile que fue de cabeza al catre, et como loba hambrienta arroxose sobreél entre calenturas et gemidos de gozo et dando grandes alaridos...

“Ayyyyyy que me matasssss, ayyyyyyyy que me vass a partir en dosss, ayyyyyy fraile del demoniooo que muerooo de plaҫer et de gussstoooo..."

 Dixen las malas lenguas que a poco que aconteҫiera este fecho, el fraile bigardo se ayuntó con una bruxa alcahueta et reparadora de virgos et que ambos los dos, escapando del Santo Oficio que los seguía muy de cerca, huyeron a Al-Andalus, donde es sabido llevan vida desordenada, licenciosa et muy pecaminosa. Qué Nostro Señor se apiade dellos. Amén.



 

Cantiga

Fray Martín, engañador

que a costa de ricas dueñas

fuiste grand vividor


A todo aquel que leyere

aquesta estoria fermosa

deixe aquí sus pareceres

cuáles pétalos de rosas


Fray Martin engañador

que a costa de ricas dueñas

fuiste grand vividor


©Javier Carrasco 2012