domingo, 4 de junio de 2023

Tormenta de mierda

 

 
 

Una tormenta de mierda arrasa

el país de norte a sur, envenenando

el aire y el ánimo con brisa pestilente.

Oscuros salvapatrias de tres al cuarto

emergen como hongos fétidos

enarbolando sus banderas de odio

hacia el que piensa diferente, tachándolo de traidor

desmembrador del suelo patrio,

o al que viene en busca de esperanza

huyendo de la pobreza y el hambre.

Odio hacia niños indefensos en

necesidad de educación y del cariño

que echan en falta en su tierra devastada

para luego darse golpes de pecho en los templos.

Sobre odio, mentiras y bulos construyen

el pilar sobre el que quieren ostentar

el poder de la corrupción y la manipulación,

en detrimento de la razón y los valores

democráticos, enemigos acérrimos de las libertades.

Líderes de pacotilla, casi analfabetos,

alardean de una libertad inventada, hueca e insolidaria

consistente en tomar cañas y bocadillos

de calamares en las terrazas de los bares,

mientras miles de ancianos mueren

a causa de la pandemia, privados de atención médica.

Masas de borregos ciegos se dejan arrastrar

por cantos de sirenas que les conducen

de manera inexorable hacia los arrecifes,

dinosaurios que vitorean y aplauden

al meteoro que en breve los eliminará,

indiferente, de la faz de la tierra.

La cuestión es ¿deseamos que la

tormenta de mierda sea pasajera, o por contra

se instale definitivamente en nuestras latitudes,

en oposición al anticiclón de las Azores?

En nuestras manos está, no esperemos

a que ningún otro venga a redimirnos.


© Javier Carrasco 2023


 

2 comentarios:

  1. Pero tras la tormenta vendrá la calma.... De nosotros va a depender

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  2. Debería. La razón siempre se impuso a la barbarie, a veces pagando un alto precio

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